miércoles, 20 de julio de 2016

Los animales y su incidencia en el medio ambiente general

Es indudable la participación de las especies animales en la conservación del medio ambiente. Son ellos que mantienen un equilibrio constante en la depredación y el sostenimiento ideal para que la tierra mantenga un ritmo adecuado de desgaste. En decir; son los agentes en utilizar los recursos que obtengan de su hábitat sin que sean un perjuicio para otros. Un ejemplo claro de esto son las hormigas; dotadas de un instinto de trabajo sin descanso que oxigena el suelo gracias a los túneles que construyen, además de podar las raíces de las plantas logrando que estas crezcan adecuadamente. Tomando ahora a las abejas; quienes, además de aportar con la fabricación de la miel, materia prima para desarrollar productos para el consumo humano como para el aseo personal, estas polinizan las flores y otras plantas, propiciando que se mantenga un balance entre la floración y su posterior etapa de maduración de las frutos, pero, si las abejas no estuvieran encargadas de la polinización de las diversas clases de plantas que necesitan algún medio para ser polinizadas, sería un problema global por la poca producción de las tierras de sembrío. Se podrían nombrar a los escarabajos peloteros, que utilizan el excremento para colocar las larvas de sus crías y otros que consumen la carne en descomposición, manteniendo a raya la putrefacción de material orgánico al mínimo; o a los murciélagos y su guano empleado para fertilizar los campos de cosechas, los gusanos de tierra y su estrecha relación con el nitrógeno, captado por las plantas por medio de sus desechos posteriores. Inclusive, los animales de mayor tamaño son beneficiosos tanto para el medio en donde habitan como para el hombre; los elefantes pueden percibir el agua a kilómetros y los pueblos nómadas los siguen porque jamás se equivocan al momento de encontrar fuentes de agua. Los leones y felinos en general que existen en áfrica mantienen las poblaciones de cebras, ciervos, ñus, de cierta manera en constante equilibrio para que se mantengan en un margen adecuado.
Es así, como los animales actúan en los ecosistemas y biomas logrando un perfecto control en sus actividades del día a día sin perjudicar enormemente su entorno. Están conectados armoniosamente a las necesidades suyas y las necesidades de su hábitat, coexistiendo con otras especies sin mayor problema. Es por eso que cada animal tiene una función en estos ciclos bióticos; un propósito que siempre permanecerá inalterable; la conservación de su medio.